• 03/08/2017
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El bronceado artificial UV

La melanina es el pigmento que se encuentra en algunas células del cuerpo y determina el color de nuestra piel, ojos y pelo. La mayor o menor presencia de melanina determina el color más o menos oscuro de la piel de las personas. Su función natural es la de proteger nuestra piel de la acción de los rayos ultravioleta del sol.

El oscurecimiento de la melanina se produce por la acción de los ultravioleta de tipo A, correspondiendo al ultravioleta de tipo B el proceso de estimulación de la producción de melanina por los melanocitos, que son las células encargadas de producir la melanina y se encuentran en la capa basal de la epidermis.

Teniendo en cuenta que la producción de melanina se activa con la estimulación de los melanocitos por el ultravioleta tipo B y este proceso no es inmediato (entre 36-48 horas), las primeras exposiciones a los rayos ultravioleta deben de ser más reducidas. En la medida en que nuestra piel está estimulada para la producción de más melanina, el ultravioleta tipo A nos irá oscureciendo la piel y el ultravioleta tipo B estimulando la producción de más melanina.

Cuando nos sobreexponemos a los rayos UV, nuestras células pueden no ser capaces de absorber dicha radiación mediante la producción de melanina, por lo que aparece el enrojecimiento y las quemaduras. De la misma forma, con el paso del tiempo sin exposición a los rayos ultravioleta esta melanina se pierde y se vuelve al color original.

El bronceado mediante equipos emisores de rayos ultravioleta permite un control de las dosis de radiación ultravioleta que recibe nuestra piel. El control por parte de profesionales debidamente formados garantiza un proceso de bronceado progresivo y seguro. Las características de los equipos y sus emisores (tubos y lámparas) deben ser conocidos por los profesionales para adecuar las dosis a los tipos de piel de cada persona (fototipo de piel).

Lo cierto es que nos gustaría ponernos morenos rápidamente, pero nunca debemos olvidar que el organismo necesita su tiempo para la producción de la melanina en cantidad suficiente, de la misma forma que la melanina se pierde con el paso del tiempo sin exposición a los rayos ultravioleta. Por ello, algunas personas prefieren utilizar los equipos UV en los meses previos al verano, sin saber que la fuerza de los rayos ultravioleta del sol en otoño o en invierno son igual e incluso más potentes que en la época estival.